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Poemario sin título - Br. Kervin Briceño

Poemario sin título

Br. Kervin Briceño, estudiante de Biología

Animal nocturno

Huye solitaria a su morada nocturna,
sigilosa bestia nictálope.
La noche vigila sus huellas por sendas desiertas,
le apetece devorar una presa inmóvil, indefensa,
sentenciada al nacer por su ignoto futuro.

Tímida velocidad acechando en la oscura llanura,
el silencio se hace cómplice y partícipe,
cuando la presa se pierde en las briznas de hierba
la bestia vacila y sin darse cuenta,
sentencia una muerte iracunda.

Se hace próximo el desgarro
la sangre roja, brillante y espesa gorgotea,
la respiración cesa, la luz nocturna se apaga
perfuma el olor sin sabor, se siente la carne sin piel,
el dolor foráneo poco le satisface.

La bestia pusilánime goza en la noche eterna
sobrevive exultante al perpetuo descanso,
con testigos ausentes no hay juicio
en el tribunal inexistente de la ley del más fuerte,
la absolución vence, no existe condena,
todo animal es inocente.

Gaviota en el horizonte

A lo lejos del paseo marítimo coruñés
golpea el estruendo de olas de mar, himnos de sirenas
el cielo dibuja los trazos forzados del vuelo
la bestia de alas, del mar y la brisa se adueña.

Piloteando sobre el aire frío del norte
que golpea con fuerza su entorno,
se detiene a observar la tangente línea horizonte
sin rastros de barcas ni redes que al mar tanto consternan.
Inmenso espacio de nubes amorfas
brinda su vasto territorio y complacencia
cesan los aleteos y piruetas,
aterriza la gaviota patiamarilla,
aferrándose en la quietud de la arena.

Detrás ha dejado su paisaje de palmeras y setos,
tiene la mejor vista desde el balcón del Atlántico,
expira su travesía en la tierra herculina
renace la fuerza del vuelo,
desde la inmensidad del mar.

Capitán Xavi
Dedicado a mi amigo Xavi Font

Puerto atrás, velas y timones al fondo
avanzas con tu barca pirata sin mirar atrás.
Diomedea es tu guía y tu reina predilecta,
la pequeña perla que te encontraste en el mar.

Comienza la travesía y el capitán grita:
¡sortida a navegar, sol i vent!
muchos quisieran su edicto acatar,
navegar en las quietas aguas de Badalona
hasta el confín de los siete mares atravesar.

Pobre súbdito de ti, que no puedes a tu reina doblegar
sólo el viento caprichoso se empeña en guiarte,
la ola y tormenta se imponen,
haces que la vela comande,
dirigiendo un ejército de cuerdas aliadas
que aseguran tus travesías por altamar.

Araña Luna

Lentamente desplaza su hueca coraza protectora
esa que la abandonará cuando le arañe la noche
negra como un agujero, turgente como el acero,
penetrando su cálido cuerpo furtivo
cubierto de cerdas al acecho.

Domina su locomotara con cuatro pares de ruedas
se guía por sus sensores remotos,
lo táctil, lo olfativo se aproxima
se siente estoica, vigilante
todavía le sobra tiempo para urdir la trampa de seda.

Construye su túnel con ayuda del aire
pretende abandonarse a la espera
su luna no es gris, tampoco negra,
se perfila en la noche distante
rasgando la luna, su amiga cómplice.

Acumula intentos antes de inocular su pócima
con acrobacias se dirige al Olimpo sin dioses,
allí donde el cristal se hila
apoderándose de su trofeo,
inmóvil, suculento e inerme.

Abre sus fauces,
la luna enciende el festín presuntuoso,
no hay presteza para la araña luna
envuelta en su trono eximio de seda
venció y celebró nuevamente.