Ambrose Bierce (1842 1914)
Fábulas Fantásticas
Un Principio Moral encontró a un Interés Material sobre un puente apenas lo bastante ancho como para que pasara uno solo.
"Agáchate, cosa despreciable", tronó el Principio Moral, "y deja que pase encima de ti".
El Interés Material simplemente lo miró a los ojos sin decir palabra.
"Ah", dijo el Principio Moral dubitativamente, "echemos a la suerte para ver cuál de nosotros dos debe retirarse para que el otro pueda cruzar".
El Interés Material no quebró su silencio y mantuvo su mirada sin pestañear.
"Con el fin de evitar un conflicto", continuó diciendo el Principio Moral, mientras se sentía ya algo incómodo, "seré yo quien me acueste y dejaré que seas tú quien pase por encima de mi".
Entonces el Interés Material encontró una lengua que por extraña coincidencia era la suya propia. "No creo que te resulte fácil caminar", dijo. "Y además yo soy sumamente exigente acerca de lo que se encuentra bajo mis pies. Así que supongamos más bien que tú te tiras al agua".
Y eso fue lo que sucedió.